Activa tu modo zen. Vamos a lograr que tu dormitorio sea relajante, un remanso de paz sin fallos decorativos que alteren la tan ansiada calma, bienestar y descanso al finalizar el día.
La percepción de los colores para el dormitorio es muy subjetiva aunque, en términos generales, los tonos suaves relajan. Son cálidos y se usan para crear ambientes sosegados. Los tonos rojizos y anaranjados son vibrantes y pueden estresar. Y los oscuros pueden percibirse como lúgubres o tétricos. Los
Cabecero realizado a medida por un tapicero. Lámpara de techo diseño de la decoradora Elena Eyre con boles de madera de Ikea.
Dejar zonas de paso angostas también puede estresarte y crear una sensación de incomodidad. De tener que ir sorteando obstáculos para llegar de un lado a otro. Así que a la hora de organizar la distribución del dormitorio debes pensar en despejar los pasos. Nada de muebles voluminosos ni bancos que puedan estorbar.
Cabecero diseñados por la decoradora Marta Prats y realizado por Fusteria Catot; espejo de Pomax en Sacum; papel pintado de Casamance en La Maison y apliques modelo Enna Wall en Avanluce.
Quizá porque la lámpara de sobremesa lo ocupa todo, se viene encima la pantalla cuando estás tumbada en la cama o le das un golpe sin querer cada vez que haces la cama. Error. Esto te puede estresar y crear una sensación de agobio. Despeja la mesita y lleva la lámpara a la pared. Un aplique es la solución a tus problemas y ahora sí entrará el libro y el bote de crema de las manos sin hacer Tetris. Bienvenido dormitorio relajante…
Cabecero diseñado por la decoradora Paula Duarte. Mesita de Crisal; papel pintado de Pepe Peñalver y aplique de Ikea.
Más allá del aislamiento que tenga el dormitorio que pueda hacer que se sienta más o manos cálido; lo que percibes al entrar puede hacer tu dormitorio relajante o no. Y si en verano lo tienes decorado con tejidos gruesos y cálidos, no vas a sentirte en calma. En cada estación, juega con los textiles para abrigar o refrescar.
Banqueta de Foimpex y mesitas de noche de Sareka.
¡Qué estrés! Si lo has sufrido o sufres que sepas que es un error que tienes que solucionar en tu dormitorio. Tener que hacer casi contorsionismo para acceder al armario porque la puerta no abre por completo y da con la mesita, cómoda o cama, estresa. Y cansa. Solución: o modificas la distribución y sacrificas algún mueble -se puede vivir sin mesita de noche-; o pones puertas correderas.
Mesita de noche de La Maison.
Puede que no te des cuenta pero si tienes más cojines de los necesarios en la cama, tu dormitorio te estresa. Porque cada noche pasas un buen rato quitándolos. Si no tienes donde dejarlos, si no va contigo eso de tener varios cojines… prescinde de ello. Reduce a las almohadas, un par de cuadrantes (en los que apoyarte para leer) y solo un cojín central rectangular decorativo. ¿Ves qué fácil? Cama vestida y dormitorio relajante sin sufrir.
Aparador de Luzio; lámpara de sobremesa de Marset; lámpara de techo de Artemide; banqueta de Crearte Collections tapizada con tela de Yutes; y alfombra en La Maison.